martes, 7 de septiembre de 2010

El Control, El dribling


Algunos aspectos del pase a tomar en cuenta sobre El Pase:

--El poseedor del balón debe adaptarse a los compañeros: si estos no reaccionan habrá que darles una acción verbal.
--Los pases deben ser variados, ya que de este modo se hacen más imprevisibles y difíciles de interceptar.
--El pase cercano, en corto, es la forma más simple de dominar el juego.
--El pase largo es la forma más eficaz para realizar el contraataque, siempre que el jugador de destino no se quede aislado frente al adversario.
--Los pases hacia atrás sirven para conservar el balón; en zona ofensiva, dan ventaja a los atacantes cuando tratan de finalizar una jugada con eficacia.
--Si el poseedor del balón tiene espacio, es conveniente que envíe el pase por delante de su compañero, ajustándolo a su carrera.
--Los pases por detrás de la defensa contraria en acciones ofensivas son notablemente ventajosos, por lo que hay que practicarlos al máximo.
--Los pases en dirección contraria a la que lleva el poseedor del balón permiten sorprender al contrario.
--Los centros que provienen de las bandas, potentes y con efecto, son siempre peligrosos para el contrario y ventajosos en la acción ofensiva.
--Hay que evitar la conducción cuando se puede realizar el pase.

El balón, mediante el empleo del pase, es más rápido que ningún jugador. Así, es más eficaz que la conducción. Además, evita la fatiga, produce más claridad en el juego y reduce las posibilidades de lesión.

Distancias y superficies utilizadas:

Corta: de 0 a 15 metros, se utiliza preferentemente el interior o parte interna del pie.
Media: de 15 a 30 metros, la superficie propia para el golpeo en esta distancia es el empeine interior y exterior.
Larga: Es cuando el balón va más allá de los 30 metros de distancia; la superficie que debe utilizarse para golpear es el empeine total.

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El control o recepción

Es la acción técnica mediante la cual un jugador se hace poseedor del balón, dominándolo y dejándolo en una buena posición y en condiciones de ser jugado de inmediato. Debe practicarse a diario en los entrenamientos, ya que los equipos cuyos jugadores lo dominan serán más seguros, veloces y ofensivos en las acciones de juego.
Hace unos años las acciones se daban de la siguiente manera: el jugador paraba el balón, luego miraba la situación de juego y finalmente la pasaba o jugaba individualmente.



Actualmente, debido a la gran velocidad de las acciones de un partido y a la oposición que se desarrolla en el fútbol moderno, la forma de actuar ha de ser diferente: primero se mira, luego se controla el balón y, en un tercer momento, se decide pasar o finalizar la acción individual.



Las cualidades necesarias para un buen control son: tener buen equilibrio, coordinación de movimientos, estar atento y tener visión sobre el balón, además de gran flexibilidad muscular y articular. El control se puede realizar con diferentes superficies: pie: planta, interior, empeine, exterior, talón y punta. Con el cuerpo: espinilla o canilla, muslo, abdomen, pecho y cabeza.




Aspectos básicos para un buen control:

--Atacar el balón en lugar de esperarlo.
--Relajar totalmente la superficie de contacto con la que se realice el control.
--Ejecutar el gesto técnico con seguridad en la superficie de contacto que intervenga.
--Orientar la posición respecto al adversario antes de recibir el balón, decidiendo de antemano la acción que luego se va a realizar (CONTROL ORIENTADO).

Controles clásicos
Se realizan sin tener en cuenta el sentido de la orientación de juego. Obligan a realizar posteriormente otra maniobra para enlazar con la acción subsiguiente, lo cual hace que el juego resulte al final más lento, a diferencia del control orientado.

Existen diversos tipos:

Amortiguamiento o amortiguación:

Consiste en restar velocidad al balón mediante el retroceso de la superficie de contacto, esta acción puede realizarse ante balones de cualquier procedencia, sean altos o rasos, así como con todas las superficies que permite el reglamento, ya que de este modo se resta velocidad al balón y se consigue el control del mismo.



Semiparada:

Con este control del balón no se inmoviliza totalmente, y se realiza con cualquier superficie de contacto del pie y ante balones rasos y rebotes; se trata de un gesto que ya imprime cierta velocidad al juego. Ejemplo: con parte interna para seguir en carrera.


Parada:

Es el control que inmoviliza totalmente un balón al ras o alto, sirviéndose de la planta del pie generalmente; se realiza poco por la lentitud que imprime al juego.




Controles orientados:

El objetivo de este tipo de controles es adueñarse del balón confundiendo al adversario; así, el jugador que lo realiza puede orientar el juego donde y como crea más conveniente. Deben hacerse mediante un solo contacto. Dado que imprimen gran velocidad al juego, resultan muy beneficiosos para el conjunto. Teniendo en cuenta que exigen una gran precisión, deben entrenarse intensamente dada su dificultad.





Entrenamiento de los controles:

Deberá entrenarse en movimiento y se evitará todo trabajo estático. El dominio de esta acción ha de permitir que el jugador se adueñe del balón en cualquier circunstancia.
Ha de entrenarse en encadenamientos técnicos (SECUENCIA TÉCNICA) (control y regate, control y finta, control y remate, control y pase).
Entrenamiento: individual, cada jugador con un balón. En parejas.




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El regate o dribling

Consiste en desbordar al adversario sin perder el balón. Existen varios tipos de dribling:
Simple: consiste en desbordar el adversario rápidamente y sin realizar ninguna acción previa.
Compuesto: requiere de destreza, imaginación y es necesario imprimir un cambio de ritmo.



El regate o dribling se utiliza cuando el poseedor del balón está aislado, o también para conseguir un ángulo de remate al arco en el área contraria o para aclarar el juego en una acción posterior.

No se debe utilizar cuando el pase es posible, en la propia área de meta o cuando se tiene un ángulo de remate en el área rival o cerca de la misma.

Aunque el regate y dribling son acciones muy personales y en gran medida originales, en el entrenamiento deben combinarse los cambios de dirección, la velocidad y las fintas. Esto debe trabajarse y tenerse en cuenta en los ejercicios a realizar.








Fintas del cuerpo con salida hacia lado contrario:
El requisito previo para hacer un dribling es dominar el balón, algo que parece fácil pero no lo es tanto, sobretodo cuando se trata de mantener el equilibrio al enfrentarse a un adversario y, al mismo tiempo, colocar el balón a una cierta distancia, por lo que el entrenador deberá poner especial interés a la hora de preparar los ejercicios para que los jugadores aprendan a dominar estas técnicas con soltura y naturalidad.
El jugador debe utilizar el engaño. Por ejemplo, puede simular que rebasa al contrario por un lado, y así, cuando este se incline hacia él, le sobrepasará por el otro.
La mejor manera será dejar caer el hombro de un lado haciendo una finta y, siempre que sea posible, regatear o salir por el otro lado con el exterior del pie.